Cómo elegir un limpiacristales robotizado y no sufrir nunca más

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Cómo elegir un limpiacristales robotizado y no sufrir nunca más

Un robot limpiacristales ahorrará tiempo de limpieza. Además, los propietarios de un dispositivo de este tipo no tendrán que salir al exterior y exponerse al peligro.

El limpiador automático resulta útil no sólo para limpiar ventanas, sino también para la mayoría de las demás superficies verticales lisas, incluidos azulejos y espejos. Para empezar, basta con aplicar detergente en un paño o añadirlo al depósito, colocar el robot sobre la ventana e iniciar el proceso con el botón correspondiente. Una vez completado el ciclo, el aparato suele emitir una señal acústica.

Para elegir un ayudante de calidad, siga este algoritmo.

Los robots limpiacristales pueden dividirse en dos grupos: de vacío y magnéticos. Los dispositivos del primer tipo se fijan a un plano vertical con ayuda de una bomba de vacío eléctrica. Los asistentes del segundo tipo constan de dos unidades que se colocan en lados distintos de la ventana y se sujetan a la superficie mediante un campo magnético. Los dispositivos se alimentan de la red eléctrica y disponen de batería de reserva en caso de corte de corriente.

Los limpiadores magnéticos se utilizan principalmente para limpiar cristales, porque siempre hay que utilizar un segundo imán en la parte posterior. No pueden fijarse a espejos o puertas gruesas con cristal. Para algunos modelos, la superficie no debe ser más gruesa de 20-25 mm, de lo contrario el dispositivo simplemente se caerá.

Los modelos de aspiradora son mucho más populares debido a su versatilidad. Son adecuados para limpiar cristales de cualquier grosor, así como paredes, espejos y otras superficies. La mayoría de los robots limpiacristales son exactamente así.

La forma del mecanismo de limpieza afecta al movimiento del robot sobre el cristal. Los modelos redondos realizan movimientos parecidos a escalones, mientras que los cuadrados se deslizan con ayuda de orugas de goma. Sin embargo, el diseño no debería afectar a la calidad general de la limpieza en el caso de dispositivos fiables y montados de forma competente.

Los robots redondos u ovalados se mueven haciendo girar dos discos con paños de limpieza y son adecuados para limpiar superficies pequeñas y medianas. Con los aparatos cuadrados, la superficie de limpieza puede constar de varios discos o de una unidad grande. Estos aparatos se mueven más rápido que los redondos y son adecuados para superficies más grandes.

En edificios con mucho cristal, es mejor utilizar limpiadores cuadrados. Y para pisos y casas particulares, basta con un robot redondo compacto. La velocidad de tratamiento de las superficies se indica en la descripción del producto, por lo que es importante leer atentamente y comparar las características de los aparatos antes de comprarlos.

Tenga en cuenta que la forma no influye en la calidad de la limpieza en las esquinas de las ventanas: los robots redondos no pueden llegar a estas zonas de forma puramente física, y los robots cuadrados no pueden llegar porque la bayeta no llega a las esquinas del cuerpo, ya que los sensores se encuentran allí. Así que tendrás que seguir limpiando después de cualquier limpiador, sobre todo si eres un perfeccionista.

Los aparatos más sencillos sólo tienen funciones básicas, pero los modelos más caros están equipados con útiles funciones auxiliares que pueden ser decisivas en su elección. Esto es lo que debes tener en cuenta:

La mayoría de estos dispositivos funcionan con corriente eléctrica. Se necesita una batería por si acaso, para que cuando se vaya la luz, el artilugio no se despegue de la ventana y caiga fatalmente. Los modelos magnéticos tienen una ventaja en este sentido, ya que no utilizan energía para mantenerse en la superficie.

El robot debe venir con una correa de seguridad para evitar que se caiga. El aparato aún puede dañarse si choca contra una pared, pero el daño será mucho menor, sobre todo si vives en un piso alto.

La capacidad de la batería indica si la lavadora puede funcionar de forma autónoma. Los modelos con una batería de 1.000 mA∙h e inferior normalmente dejarán de limpiar y emitirán una alarma cuando se corte la corriente. En este caso, la duración de la batería significa el tiempo durante el cual el asistente es capaz de colgarse del cristal sin estar conectado a la red eléctrica. En cambio, los modelos con una batería de mayor capacidad no interrumpirán la limpieza.

La mayoría de los robots de limpieza tienen modos de funcionamiento automático y manual. Este último no debe subestimarse: resulta útil para limpiar superficies sin marco, para realizar pasadas adicionales sobre suciedad difícil y para llevar el dispositivo a un lugar conveniente y retirarlo del cristal al final del trabajo.

Normalmente se incluye un mando a distancia, pero las lavadoras de gama media y alta también admiten el ajuste a través de una aplicación móvil. Algunos modelos solo se comunican con tu smartphone a través de una red Wi-Fi para el intercambio de datos, lo que es importante tener en cuenta en caso de apagón. Los dispositivos con conectividad Bluetooth serán más fiables, ya que no son volátiles.

El movimiento del robot se controla automáticamente mediante sensores que detectan la proximidad al borde, las irregularidades de la superficie y los obstáculos en la trayectoria. Durante la limpieza, el dispositivo puede moverse en zigzag, de borde a borde y siguiendo una trayectoria definida por el usuario para maximizar la eficacia de la limpieza.

Para limpiar las superficies se utilizan paños de microfibra, que se suministran con el aparato y se venden por separado. A veces, los fabricantes los dividen en dos tipos: para limpieza en seco y en húmedo. Un juego de paños instalado en el robot suele bastar para varias ventanas de tamaño medio con suciedad ligera.

En casos complejos con una importante capa de polvo, la unidad de limpieza deberá sustituirse con frecuencia. Cabe señalar que cuantos más consumibles haya en el kit, menos a menudo habrá que distraerse para limpiarlo. Es mejor añadir uno o dos adicionales al juego principal. Lo ideal es tener tres o cuatro juegos, para no tener que preocuparse de cambiar los paños sucios por otros limpios después de cada pasada, y lavarlos todos a la vez en la máquina.

Los fabricantes de robots recomiendan utilizar sus propios productos de limpieza. El líquido se aplica a la microfibra o se vierte en el depósito. Si ya tiene una composición eficaz favorita, puede probarla. Es importante estudiar detenidamente las instrucciones: el producto debe ser similar al recomendado, para que no afecte al rendimiento de la máquina.

Preste atención a los siguientes parámetros a la hora de comprar un limpiaparabrisas robotizado:

Este material se publicó por primera vez en abril de 2023. Actualizamos el texto en mayo de 2024.