Samsung siempre tiene interesantes conceptos de teléfonos inteligentes para mostrar en las exposiciones mundiales. Así, en el MWC de Barcelona, la empresa trajo una solución híbrida Cling Band. Se trata esencialmente de un smartphone flexible que se puede llevar en la muñeca.
El gadget está equipado con una pantalla OLED flexible. En modo monobloque, se parece a cualquier otro smartphone: un factor de forma delgado, un panel sin marcos en la parte delantera y una cámara en la parte trasera. También cuenta con un puerto USB Type-C y un altavoz en la parte inferior.
Cuando se dobla, el teléfono parece el arco de un puente, lo que permite fijarlo en la mano. En la parte trasera, junto a la cámara, hay un pulsómetro. Así, cuando el dispositivo está en la muñeca, puede realizar un seguimiento de la frecuencia cardíaca y otros indicadores de salud.
De momento, es sólo un concepto diseñado para demostrar la flexibilidad de las pantallas OLED de Samsung Display.
El principal problema de este concepto es que cuando utilices el dispositivo como teléfono, no podrá medir tu frecuencia cardiaca y otras métricas, por lo que siempre tendrá sólo una parte de tus datos de salud. Además, dormir con un dispositivo así en el brazo sería claramente incómodo.
La idea misma de un artilugio así, por supuesto, no es nueva. Las grandes empresas muestran algo parecido con una frecuencia envidiable. Por ejemplo, el año pasado en el Lenovo Tech World '23 Motorola mostró un smartphone flexible muy similar.
