Walt Disney Imagineering presentó en la conferencia IEEE IROS de Detroit un robot aún sin nombre que puede imitar los movimientos de varios personajes. Puede caminar de forma importante como el gallo de Moana o, por ejemplo, mostrar curiosidad como WALL-E, de la película de animación del mismo nombre.
El robot se parece un poco a BD-1 del juego de 2019 Star Wars Jedi: Fallen Order. Es un pequeño mecanismo bípedo con una cabeza de caja delgada sobre un cuello largo. Tiene una linterna y un par de pequeñas antenas.
Su cabeza es capaz de una amplia gama de articulaciones, que muestran gran parte de su personalidad. Para que parezca más simpático y atractivo, se le ha entrenado para que imite el comportamiento de los perros. Por ejemplo, si el robot se interesa por algo, inclina la cabeza y sus antenas pueden moverse como las orejas de un perro.
Este prototipo forma parte de un proyecto a largo plazo en el que Disney lleva años trabajando. Los ingenieros de la empresa están preparando mecanismos que puedan moverse basándose en la animación real. En este sistema no sólo interviene la mano de obra de los propios animadores, sino también el aprendizaje automático, para que los mismos modelos puedan adaptarse y aplicarse a distintos robots en poco tiempo.
En otras palabras, si un personaje de Disney tiene una determinada forma de andar, un robot que se parezca a él debe reproducirla exactamente. Se trata de un tipo de lenguaje corporal que se desarrolla y seguirá desarrollándose paralelamente a la estabilidad básica, la maniobrabilidad y la adaptación de los robots a diferentes condiciones de movimiento.