Expertos de la empresa de análisis CCS Insight han pronosticado la inminente aparición de smartphones con pantallas que repararán por sí solas pequeños desperfectos.
Según sus cálculos, podrían entrar en el mercado en los próximos 5 años. Es decir, a más tardar en 2028. La tecnología implica el uso de nanorrevestimientos en las pantallas, que crearán una nueva capa bajo la influencia del entorno cuando se rayen.
No estamos hablando de restaurar milagrosamente pantallas rotas. Solo hablamos de pequeños arañazos estéticos.
Recuerdan que ya en 2013 LG lanzó el smartphone G Flex con una pantalla curvada verticalmente y un revestimiento "autorreparable" en el panel trasero. Pero entonces la empresa nunca explicó el principio de esta tecnología. Y en 2017 Motorola presentó una patente para una pantalla hecha de "polímero con memoria de forma", que por sí misma "cura" los daños.
Los analistas creen que el escaso volumen de inversión en este campo ha frenado hasta ahora la implantación de la tecnología. Otro obstáculo que achacan a la complejidad de su aplicación en la producción masiva de dispositivos.