5 mitos sobre la inteligencia artificial que distan mucho de la realidad

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5 mitos sobre la inteligencia artificial que distan mucho de la realidad

El propio nombre de "inteligencia artificial" puede sugerir esta idea. Suena como si estuviéramos hablando de un complejo mecanismo técnico parecido a un cerebro. La popularidad de las redes neuronales visuales, que ha crecido en los últimos años, también contribuye a la ilusión. Las imágenes generadas se están convirtiendo en memes y dando lugar a titulares como "Una red neuronal ha mostrado cómo será Winnie the Pooh en estilo steampunk". Esto puede dar la impresión de que la propia inteligencia artificial se dedica a la creatividad, se propone tareas y comparte el resultado.

En realidad, la IA no es más que un algoritmo diseñado para resolver tareas específicas: responder llamadas, seleccionar música o hacer dibujos. Para que una red neuronal "muestre" algo, hace falta que una persona introduzca una petición en el sistema. Además, la inteligencia artificial sólo es capaz de copiar soluciones existentes, pero no de crearlas. Por eso la IA se las arregla bien con tareas como "dibuja superhéroes al estilo de Van Gogh": los dos parámetros clave de la petición son conocidos y tienen muchas referencias en la Red. Una petición como "dibuja algo original y diferente a todo lo demás" probablemente deje perpleja a la red neuronal.

Según el Centro Nacional para el Desarrollo de la Inteligencia Artificial, dependiente del Gobierno de la Federación Rusa, aproximadamente el 53% de las grandes empresas rusas utilizan IA en sus operaciones. Y esta cifra seguirá creciendo. Para ello, el país cuenta con una Estrategia Nacional de Desarrollo de la IA hasta 2030, y desde 2021 se aplica activamente el proyecto federal "Inteligencia Artificial" del proyecto nacional "Economía Digital". Gracias a él, el país está formando nuevo personal para la industria, estimulando la investigación científica en el campo de la IA e implementando soluciones de éxito en la vida cotidiana.

La inteligencia artificial conoce tanta información como sus desarrolladores le hayan proporcionado. Y también puede utilizar datos que son de dominio público. Esto incluye no solo materiales actuales, sino también versiones web obsoletas de periódicos y revistas, numerosos foros y comentarios.

Puedes comprobarlo por ti mismo. Si introduces la misma consulta en el ChatGPT condicional, es probable que la IA dé siempre una respuesta monótona. Por eso la profesión de ingeniero promt es tan popular hoy en día. Estos especialistas saben cómo dar las pistas adecuadas a las redes neuronales y hablan el mismo idioma que la IA, lo que ayuda a obtener el resultado deseado.

Los sistemas inteligentes se utilizan ya en muchos campos, desde el derecho a la agricultura. Incluso la música y las películas ya se seleccionan mediante algoritmos. Pero no hay por qué alarmarse. Tomemos la medicina, por ejemplo. Aquí un especialista no se sale del proceso de diagnóstico, pero la IA le permite apoyarse no sólo en la experiencia profesional, sino también en el análisis de big data. Las redes neuronales pueden estudiar rápidamente miles de historiales médicos, encontrar patrones en ellos y suponer qué tipo de anomalía tiene un paciente concreto. O evaluar el estado de un paciente basándose en signos no evidentes como, por ejemplo, el sonido de una voz. Al mismo tiempo, cualquier decisión terapéutica importante la toma un ser humano.

Otro ejemplo son las cámaras de tráfico. Están dotadas de un sencillo algoritmo que compara el comportamiento del conductor con los requisitos establecidos en un determinado tramo de carretera. Pero la tecnología puede cometer errores. Por ejemplo, puede no ver un cinturón abrochado si se confunde con la ropa. En ese caso, el conductor tiene derecho a recurrir la multa, y de eso ya se encargan los especialistas. En otras palabras, las funciones de control y toma de la decisión final siguen reservadas a una persona.

Al automatizar un trabajo, la tecnología siempre ofrece otro. Por ejemplo, cuando empezaron a aparecer los primeros ordenadores en las empresas, las máquinas de escribir dejaron de ser necesarias. Sin embargo, el mundo no se llenó de miles de secretarias amargadas por los complejos equipos. Los especialistas se reciclaron y aprendieron nuevas habilidades. Además, la IA tiene limitaciones que impiden su plena expansión en el mercado laboral. En primer lugar, es específica para una tarea. Los algoritmos no pueden actuar con flexibilidad y creatividad, ni evaluar circunstancias repentinas y de fuerza mayor.

Quizá algunas profesiones se transformen en el futuro. Por ejemplo, en 2020 se publicó en Rusia el primer libro traducido oficialmente con Yandex Translator. El servicio procesó el texto de 350 páginas en 40 segundos. Pero esto no significa que aprender una lengua extranjera sea ahora una habilidad inútil. Es sólo que la función del traductor se está desplazando hacia la edición de texto automático. Los humanos seguirán siendo necesarios para la ficción. Una máquina probablemente nunca será capaz de procesar la prosa o la poesía de tal manera que se preserve el estilo del autor.

Los guiones de las películas de Hollywood son impresionantes. Y dan lugar a ideas falsas: dicen que, con el tiempo, la tecnología empezará a mejorarse a sí misma y tendrá tanto éxito que las personas perderán el control sobre ella. Para disipar el mito, basta recordar que las redes neuronales no son más que bases de datos con un montón de fórmulas que se crearon para ayudar a los humanos. Carecen de emociones, por lo que no son capaces de querer destruir repentinamente la civilización.

Algunos algoritmos modernos son capaces de aprender. Por ejemplo, el piloto automático de un coche puede captar información sobre el entorno y utilizarla para mejorar sus reacciones en el futuro. Pero una red neuronal con verdadera autoconciencia sigue siendo algo fuera del reino de la ciencia ficción. Aunque te parezca que el asistente de voz se ríe sinceramente de tus chistes, no debes dejarte engañar. Sus "emociones" son el resultado de un algoritmo que se basa en ciertos patrones de reacciones humanas.

La inteligencia artificial puede beneficiar a sectores enteros de la economía: industria, medicina, educación, agricultura y otros. Por ello, Rusia presta especial atención al desarrollo de esta tecnología. Por ejemplo, gracias al proyecto federal "Inteligencia Artificial" del proyecto nacional "Economía Digital", el país cuenta con seis centros especiales de investigación basados en organizaciones científicas y educativas: Skoltech, Universidad ITMO, Universidad Innopolis, Universidad Nacional de Investigación Escuela Superior de Economía, MIPT e ISP RAS.

Asimismo, para finales de 2024, casi 100.000 escolares adquirirán competencias en IA, y al menos 9.000 aspirantes se matricularán en programas de grado y máster especializados. Además, se celebrarán en el país unos 116 hackathones para jóvenes de 14 a 35 años, es decir, competiciones en las que los desarrolladores buscarán soluciones a problemas tecnológicos para organismos públicos, grandes organizaciones y empresas.