Un equipo de científicos de la iUniversity de Tokio afirma haber creado un traductor para pollos que cacarean. La inteligencia artificial les ha ayudado a conseguirlo.
El estudio fue dirigido por Adrian David Cheok, ingeniero australiano que enseña en la iUniversity y ha estudiado anteriormente los robots sexuales. Junto con dos colegas, desarrolló "un sistema capaz de interpretar distintos estados emocionales de los pollos, como el hambre, el miedo, la ira, la satisfacción, la excitación y el estrés". Para ello utilizaron una técnica especial de inteligencia artificial a la que llamaron Aprendizaje de Análisis Emocional Profundo.
El sistema utiliza complejos algoritmos matemáticos y es capaz de mejorar la traducción con el tiempo, adaptándose a las voces de los distintos pollos.
Se utilizaron grabaciones de voz de 80 pollos para entrenar la red neuronal. La red neuronal las analizó y las emparejó con diferentes estados emocionales. Para comprobar con qué precisión lo hacía, participaron 8 zoopsicólogos y veterinarios. Los autores señalan que la precisión de la interpretación alcanzó el 80%. Pero admiten que, aunque la red neuronal puede cometer errores al tratar con razas y entornos que son nuevos para ella, los datos con los que se entrenó no cubren toda la gama de emociones de los pollos.
Es importante señalar que el artículo científico aún no ha sido revisado por pares, así que, por si acaso, no se entusiasme de antemano. Pero da la posibilidad de que en el futuro se entienda mejor lo que las gallinas y los gallos quieren de ellos.