ChatGPT, un chatbot de OpenAI, antes siempre requería una petición de texto para funcionar. Ahora, los usuarios de la versión de pago del servicio podrán comunicarse con él de otras formas: voz e imágenes.
Las consultas por voz son bastante intuitivas: no se escribe una pregunta, se pulsa el icono del micrófono y se dicta en voz alta. El sistema convierte la pregunta en texto, genera una respuesta y la pronuncia. El usuario puede elegir entre cinco voces para pronunciar las respuestas. En general, es como hablar con Alice o Siri; la única diferencia es que las respuestas deberían ser mejores gracias al modelo lingüístico mejorado.
La función de consulta de imágenes es similar a la búsqueda de Google Lens. El usuario envía una imagen al chatbot, y ChatGPT intentará adivinar lo que la persona quería decir y responder de acuerdo con la consulta. Se pueden añadir preguntas aclaratorias mediante texto o voz, lo que hace que esta búsqueda sea más útil que la de Google Lens.
OpenAI señala que los desarrolladores han añadido una serie de restricciones al procesamiento de imágenes a través de ChatGPT. Por ejemplo, el bot no podrá evaluar ni reconocer la apariencia de las personas, para protegerlas de atenciones no deseadas.
Todos los usuarios de la versión de pago de ChatGPT tendrán acceso a las nuevas opciones de consulta en un plazo de quince días, y los usuarios no abonados lo tendrán poco después.
