Microsoft ha lanzado una actualización del antivirus Defender para Windows 10, Windows y Windows Server 2016 y 2019. Está diseñada para cerrar "vulnerabilidades de seguridad informática en las primeras horas tras la instalación de Windows" que surgen porque el antivirus de la imagen del sistema puede contener bases de datos de protección contra malware desactualizadas.
La actualización 1.395.68.0 de Microsoft Defender en cuestión añade firmas de varios troyanos, ransomware y backdoors a la base de datos de Microsoft Defender. También se bloquea el programa AutoKMS (servicio de gestión de claves), que se utiliza para activar ilegalmente aplicaciones de Windows y Microsoft Office. Si se desinstala este programa en un ordenador con una versión pirata de Windows, la activación fallará.
Paralelamente, Microsoft publicó actualizaciones para programas ofimáticos como Outlook, Excel y Word. Con ellas se cierran una serie de vulnerabilidades, entre ellas las relacionadas con la ejecución remota de código.
