El concurso "El perro más feo del mundo" se celebra anualmente en California (EE.UU.). Como su nombre indica, elige al perro más feo del año, pero no para ridiculizarlo, sino para demostrar a la gente que mascotas con todo tipo de rasgos y aspecto pueden convertirse en mejores amigos y merecen una oportunidad de tener un hogar cariñoso en vez de un refugio.
En 2023, el ganador fue Scooter, un crestado chino macho de 7 años que nació con una peculiaridad: sus patas traseras y articulaciones estaban al revés. El criador lo entregó para la eutanasia, pero fue rescatado por voluntarios del grupo Saving Animals From Euthanasia (SAFE).
La dueña de Scooter es Linda Celeste Elmkis, también miembro de SAFE. Ella lo trató mientras vivía con otro de los voluntarios del grupo. Cuando éste ya no pudo hacerse cargo del perro, Elmkis lo acogió en su casa.
Elmkys nos ha contado que Scooter está acostumbrado a andar sobre sus patas delanteras desde que era un cachorro, pero poco a poco caminar empezó a cansarle cada vez más deprisa. Cuando se cansa, se sienta sobre sus patas traseras como un trípode.
Por suerte, el veterinario le ayudó a coger un carrito. Aunque el perro tuvo que acostumbrarse a usarlo, le permitió moverse más. Con el carrito también pudo hacer cosas que antes no podía hacer físicamente, como agacharse para olfatear.
El dueño señaló que, aparte de su cuerpo deforme, Scooter no es diferente de cualquier otro perro, y que simplemente le encanta una salchicha Brunswick.
