Termina la era de los transbordadores.

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Termina la era de los transbordadores.

El Atlantis fue lanzado con éxito ayer viernes desde Florida (sudeste de EDUU), ante los ojos de miles de admiradores entristecidos por el último vuelo de un transbordador espacial estadounidense después de 30 años de servicio.

“Por última vez, buena suerte”, dijo emocionado Mike Leinbach, director del lanzamiento de la NASA justo antes del inicio de la misión. Pero en medio de la excitación reinante, el reloj gigante que desgrana el tiempo para el lanzamiento se detuvo 31 segundos antes del despegue, retrasando tres minutos el despegue, previsto a las 11H26 locales (15H26 GMT), por un pequeño problema con “un indicador electrónico”, explicó Allard Beutel, portavoz del Centro Espacial Kennedy.

La agencia espacial estadounidense temió además hasta último momento que el cielo encapotado impidiese el despegue, pero a las 15H29 GMT, dejando tras de sí una estela de humo, el Atlantis se alejó de tierra firme bajo los gritos del casi millón de espectadores que acudió a presenciar el último lanzamiento de un transbordador, 30 años después de inciarse el programa.

“¡Me deshago en lágrimas!”, exclamó Gabrielle Laine, apostada en el kilómetro cinco de la plataforma de lanzamiento, lo bastante cerca como para sentir temblar su cuerpo durante el despegue.

El Atlantis, que empezó su carrera en octubre de 1985, alcanzó la órbita terrestre ocho minutos y medio después de su lanzamiento.

Poco antes el tanque externo se soltó de la nave para caer en la atmósfera, donde se desintegrará. Los dos cohetes propulsores, que aseguran 80% del empuje durante los dos primeros minutos de la ascensión, se separaron como estaba previsto para caer al Atlántico, donde serán recuperados.

LA ÚLTIMA CITA CON LA ESTACIÓN ESPACIAL
Una vez en órbita, a 225 km de altitud, el Atlantis se prepara para su cita con la Estación Espacial Internacional (ISS), a la que se acoplará el domingo y que se encuentra a 350 km de altitud. La misión, de 12 días de duración y que incluye en su tripulación de cuatro miembros a una mujer, marca el final de una era espacial, dejando a Estados Unidos sin naves capaces de poner en órbita a sus astronautas.

El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo estar orgulloso de los transbordadores y reafirmó la ambición de ver a los estadounidenses conquistar Marte algún día, a pesar de que a principios de 2010 anunció la anulación del programa Constellation, para volver a la Luna.