La Sala Capitular de Jimaní declaró ayer ese municipio en estado de emergencia, debido a la crecida de los lagos Enriquillo y Azuei, que amenazan con inundar la carretera Neyba-Jimaní y las oficinas gubernamentales especialmente las de Aduana y Migración.
Las aguas del lago Enriquillo afectan grandes cantidades de terrenos agrícolas y ganaderos y la carretera ubicada entre La Descubierta-Boca de Cachón-Jimaní.
El lago Azuei, que está del lado haitiano, pero cuyas aguas llegan hasta el territorio nacional, han inundado toda el área cercana a la Aduana, Migración y el Centro de Promocion de Exportación e Importación localizados en Jimaní.
El alcalde de Jimaní, Fernando Novas, dijo que el cabildo está tratando de enfrentar la situación realizando rellenos en algunos lugares.
Dijo empero, que tales soluciones no son duraderas, ya que las aguas destruyen esos rellenos en poco tiempo y la crecida de los dos lagos continúa.
Reveló que Jimaní está atavesando por una situación calamitosa, porque además de las inundaciones, están las enfermedades como el cólera, el dengue y otras.
Clamó por la ayuda del Gobierno central para resolver las calamidades que en estos momentos estan afectanso a Jimaní.
Dijo que ese municipio apenas recibe un millón de pesos mensuales para cubrir todos sus gastos, los cuales no alcanzan para enfrentar los problemas existentes.
La información fue dada a conocer por Oneida Féliz Medina, alcaldesa de Boca de Cachón, a tres kilómetros de Jimaní, y directora ejecutiva de la Asociación de Síndicos de los Municipios de la Región Enriquillo (Asomure).
