Besó una de sus serpientes y murió

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Besó una de sus serpientes y murió

Un criador de cobras ha muerto de un ataque al corazón después de ser mordido por una de sus serpientes. Luke Yeomans tenía un criadero detrás de su casa con 24 reptiles y pensaba abrirlo al público en pocos días.

El experto en serpientes de 45 años de edad, que vivía en Nottinghamshire (Reino Unido), murió tras un ataque al corazón provocado por el veneno de una de sus cobras que le mordió, según informa el diario The Sun.
Luke Yeomans tenía pensado abrir su santuario de ’cobras rey’ al público para que pudieran visitarlo ya que, afirmaba que el manejo de los reptiles era completamente seguro. Él mismo posó para una foto besando a una cobra en la cabeza, a pesar de ser una de las serpientes más peligrosas.

«Ellas saben que yo les proporcionan alimentos frescos y agua, por lo que no van a hacerme daño a mí si yo no les hago daño alguno», explica Luke en el diario británico, «la gente dice que estoy loco, pero lo que hago es bueno porque protejo a una especie en peligro de extinción».

Los servicios de emergencias encontraron el cuerpo de Yeomans en el criadero de cobras. La policía ha informado de que la cobra no se ha escapado y no existe peligro para los habitantes de la localidad.

No es la primera vez que Luke es mordido por una cobra pero, en otra ocasión, había logrado llegar al hospital antes de que el veneno hiciera su efecto totalmente. /telecinco.es