México da por fallecidos a nueve mineros atrapados

· 2 min de lectura
México da por fallecidos a nueve mineros atrapados

Sin Una Gota de Esperanzas

El presidente de México, Felipe Calderón, ordenó este miércoles a la fiscalía federal investigar el origen de la explosión este martes en una mina, de la que se han recuperado ya cinco cadáveres mientras que otros nueve mineros permanecen atrapados y las autoridades ya no tienen esperanzas de encontrarlos con vida.

En un comunicado, Calderón expresó “sus condolencias y solidaridad” a las familias de los mineros, y reiteró que su Gobierno “hará todo lo que esté a su alcance” para apoyar el rescate del resto de trabajadores.

El ministro de Trabajo, Javier Lozano, que encabeza los esfuerzos de rescate de los mineros en el municipio de Sabinas, en el estado de Coahuila, dijo que no quiere “generar ninguna falsa expectativa de vida porque las condiciones (de la mina) no permiten albergar esa esperanza”. Lozano también apuntó que “debe de haber” un proceso penal contra los propietarios y “todo tipo de sanciones” porque hay “una negligencia criminal”, y criticó la “voracidad” y las “prácticas abusivas” de los empresarios.

Un menor de 15 años que operaba la canasta donde suben y bajan los mineros resultó gravemente herido, por lo que fue trasladado a un hospital de especialidades en Guadalajara (oeste). Los trabajos tuvieron que ser suspendidos en una ocasión por acumulación de gases tóxicos, para lo cual los socorristas han inyectado aire al pozo en el que ocurrió el accidente.
[ad#infor]
La pequeña mina se ubica en un terreno más amplio de 270 hectáreas, cuya concesión tiene a partes iguales el empresario Luis González Garza y la compañía Minera El Sabino, en representación de la compañía Beneficios Internacionales del Norte (Binsa), propiedad de Melchor González. Ningún representante de Binsa ha acudido a la zona, solo un abogado de Melchor González, según las autoridades.

De acuerdo con la Secretaría de Economía de México, la mina era explotada por un hijo de González y no por la compañía de su padre. El yacimiento, que consta nada más de un estrecho tiro vertical y pequeños túneles de los que se extrae el carbón, hacía solo 18 días que había iniciado sus operaciones, pero sus propietarios no habían avisado a las autoridades de su existencia.

El ministro explicó que si bien la explotación del terreno le corresponde a los titulares de la concesión, en esta zona del país es común que las empresas celebren contratos al margen de la ley con terceros que construyen pequeñas minas casi artesanales, llamadas “pocitos”. Esos yacimientos, que no cumplen con las leyes, abundan en la zona carbonífera de Coahuila, la más importante del país, y tienen una vigencia de apenas unos cuantos meses, por lo que la mayoría escapa al control de las autoridades.

La región donde explotó la mina es la misma donde el 19 de febrero de 2006 sucedió el peor accidente de esta industria en tiempos recientes, en la mina Pasta de Conchos, propiedad del gigante minero Grupo México, donde murieron atrapados unos 65 trabajadores. Según la Organización Familia Pasta de Conchos, de 1889 a la fecha “cuando menos” han fallecido 1.712 mineros en Coahuila, 135 de ellos en la última década.