El Dominicano es Loco con Pechos, pechúas y pechugones

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El Dominicano es Loco con Pechos, pechúas y pechugones

Unos Senos Grandes que el Dominicano Desea

Suponemos que cuando la ciencia médica se dio cuenta que había un área en la cual podía hacer milagros, y que la misma necesariamente no estaba ligada al hecho de salvar vidas o a la salud, de seguro que muchos galenos se frotaron las manos.

Esa área está relacionada con las cirugías estéticas. La vanidad de la mujer es intrínseca (y no hablamos de vanidad en término peyorativo).

Hay una frase que se la escuché a una amiga a la que aprecio mucho: “Primero muerta que sencilla”. Después, en la celebración de unos quince la fotógrafa y la homenajeada pidieron una foto con los amigos de la familia y una dama dijo: “Un segundo”, y comenzó a buscar su pintalabios, mientras decía, “primero muerta que sencilla”. Debía retocarse.

La ciencia avanza y quedaron atrás los años en que las mujeres sólo confiaban en la comestología, la ropa y los ajuares para lucir bellas y atractivas. Desde que las féminas comenzaron a tratarse los senos con fines estéticos (se habla de 1880), ha llovido mucho y los métodos han ido mejorando hasta hacer verdaderos milagros.
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Así, cualquier figura desmejorada, un especialista la convierte en una escultural hembra, pero no sólo a nivel de los pechos.

El dominicano es loco con unos glúteos pronuciandos. Una mujer “nargúa”, llama más la atención que una “chata”. Para nosotros, una mujer “chata” es aquella que en Hollywood consideran que tiene un buen trasero.

Ahora bien, si hay una parte que les preocupa a las mujeres son los senos. Pienso que no hay una parte más atractiva sexualmente, sólo que las mujeres no se los arreglan pensando en el hombre, sino en cómo lucirlos tiesos y altivos. Claro, muchas también saben que unas tetas aplastadas, al estilo huevos fritos, hacen que a cualquier hombre se le caigan todas las cosas que se levantan con el deseo sexual.
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Ahora bien, ¿adónde queremos llegar? Sucede y viene a ser que la industria de la silicona ha crecido mucho. Lo que por estos predios comenzó con las exhuberantes reinas de bellezas venezolanas, las cuales, para presentarse en concursos de belleza eran prefabricadas, se ha expandido, alcanzando a cualquier actriz de cine o de telenovelas, cantantes, presentadoras de televisión, conductoras etc., llegando hasta la mujer normal.

wow!! Que Senos

Ya casi ninguna figura femenina quiere que la vean con los senos alicaidos. Pero ocurre que todo llega a un tope y comienza a bajar. Ahora hay una tendencia hacia lo natural, y es que todo lo que se mueve dentro de nuestro mundo es cíclico. ¿Cuál es el asunto? .

Aparte de que la silicona o silicón ha causado estragos en algunos casos, con él todos los senos pasan a ser casi iguales y eso, según se dice, está cansando al sector masculino y a las mismas mujeres también. Los hombres, siempre evaluamos y recordamos cómo eran los senos de las mujeres que han pasado por nuestras vidas, los diferentes modelos, formas, tamaños, tipos de pezones, anchos o puntiagudos, rosaditos, africanos, si eran senos chiquitos pero apetitosos, medianos pero tentadores y hasta grandes que permiten aquel acto que algunos llaman Rusa o China, con una palabra vulgar delante.

Con el silicón no hay diferencia, y lo afirmaba la editora de moda y estética Lucía Sotelo quien, en conversación con BBC Mundo, decía que estaban cansados porque “hemos tenido cientos de modelos y cuando se desnudan es simplemente como si les cambiaran la cara, todas tienen las mismas tetas”.
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Los que hemos tocado unos senos atiborrados de elemenos químicos, quizás en un principio lo disfrutamos, pero hoy día sabemos que algo no está bien, que hay mucho de falsedad, y es que la carne es la carne, decía nuestro amigo Boruga.

Hay un movimiento hacia la naturaleza en todas sus expresiones, y en este caso lo demuestra el hecho de que en Europa, revistas y pasarelas están rechazando a las mujeres tratadas en un quirófanos con fines estéticos.

Muchas figuras famosas han comenzado a achicarse sus senos, los cuales habían sido inflados con la silicona. Y ya veremos cómo irán surgiendo concursos de belleza donde sólo se van a aceptar mujeres normales. Seguimos afirmando que el tratar de embellecerse de arriba hasta abajo en un quirófano, no es solamente una negación de lo natural, sino un rechazo quizás oculto a nosotros mismos como seres humanos.

Mientras tanto, muchos prefieren uno senos naturales, quizás no tan duritos y paraditos, que sentir la sensación de ese cuerpo extraño debajo de la carne de unas tetas.
Publicado por Joseph Caceres