Gran temor y preocupación ha generado entre residentes en el callejón Máximo Gómez del barrio Simón Bolívar la presencia de cinco niños, todos de una misma familia, que tuvieron que ser ingresados en la Unidad de Cólera del hospital Luis Eduardo Aybar, con síntomas de esa enfermedad.
Los niños, algunos de ellos en condiciones muy delicada y prácticamente sin signos vitales, fueron detectados por Enersula Sánchez (Sandra) enlace familiar del Programa Progresando del Despacho de la Primera Dama, durante una visita que hizo al hogar.
Los menores, con edades que oscilan entre nueve y dos años, cuatro hermanitos y una prima, tenían varios días con diarrea abundante y vómitos, por lo que Sandra procedió de inmediato a llevarlos al hospital. Uno fue despachado y los restantes se encontraban ayer estables ingresados en el centro de salud. No obstante, más que la presencia de posible cólera entre los niños, a la abuela y vecinos del lugar, lo que más le preocupa es la condición infrahumana en que viven.
Las casas están bordeadas por una cañada abierta por donde circula la basura y la materia fecal, que es donde desembocan los pocos baños que existen, mientras a escasos metros están las aguas del río.
El acceso en vehículos es imposible, por lo que el trayecto, entre escalones, bajadas, subidas, cruces en medio de pequeños patios y espacios entre viviendas, debe hacerse a pie.
UN NIÑO PERDIÓ EL CONOCIMIENTO
Sandra, el enlace familiar que logró sacar los niños, justo cuando el de nueve años ya había perdido hasta el conocimiento, lamentó las dificultades de acceso que hay en el barrio. “Yo iba subiendo con uno cargado, ya casi no podía ni caminar, por suerte que la gente por aquí ayuda, y un muchacho me ayudó”, explicó. Dijo que los encontró a todos tirados en el piso en muy malas condiciones, con una diarrea blanca y abundante, con vómito, por lo que sin pensarlo dos veces, los tomó y se los llevó al hospital. Cuatro de los niños viven en una misma casa.
fuente: listindiario
