Cuando Tambun Dedin cazaba ardillas en su aldea, en la región septentrional de Malasia, fue atacado por un tigre. Afortunadamente para el hombre, su esposa Han Besau, de 55 años, escuchó los gritos y fue en su ayuda.
Armada con una cuchara grande de madera para servir sopa le asestó un fuerte golpe al animal en la cabeza. Esto asustó a la bestia y milagrosamente salió a la carrera. Desde el hospital donde se recupera de las heridas, Tambun relató el suceso: «Luché para mantener su boca lejos de mí, lo golpeaba en la cara pero eso no lo detuvo. Me hubiera matado de no haber sido por la llegada de mi esposa».
Al parecer, Tambun llegó a ver al tigre aproximándose e intentó subirse a un árbol pero el enorme felino lo atrapó y lo lanzó al suelo donde presumiblemente planeaba desayunárselo.
Las autoridades de vida silvestre malaya se hallan en la tarea de encontrar al tigre y llevarlo a una zona más profunda de la selva para que no sea una amenaza para la gente.
