La pareja de arquitectos japoneses Tan Yamanouchi Architects se ha construido una casa insólita en la ciudad de Kamakura. La llamaron Cat Tree House, literalmente "casa del árbol del gato", porque fue diseñada para satisfacer las necesidades tanto de los propietarios como de sus dos gatos.
Los creadores intentaron exprimir al máximo cada metro cuadrado. La casa está dividida en dormitorios, habitación de invitados, estudio, cocina, comedor y baño, y las zonas comunes no están limitadas por puertas y paredes, sino por el nivel del suelo. Cada habitación tiene acceso rápido a la escalera central, cuyos pasamanos hechos a medida están diseñados para imitar el paisaje montañoso de la región.
Esta escalera se ha diseñado pensando en los gatos. Incorpora plataformas en 23 niveles de altura, que se hicieron lo suficientemente anchas para que un gato pudiera tumbarse en ellas. Durante el día, los animales pueden moverse entre los niveles, eligiendo la posición más cómoda en cuanto a altura, temperatura y luz. Esto permite a los gatos observar lo que ocurre en la casa desde una distancia cómoda si no quieren acercarse.
Se ha creado un atrio en el centro: las ventanas de toda la casa son responsables no sólo de la circulación del aire, sino también de la luz natural. El terreno exterior también se ha zonificado: el jardín junto a la carretera está compuesto por 80 especies vegetales y está diseñado para complementar la vista natural, mientras que el jardín interior está preparado para la relajación y el cultivo de 20 tipos de hierbas comestibles.
Para los creadores, este proyecto no es sólo una diversión personal, sino también una respuesta a una tendencia social en Japón. Con más gatos que niños naciendo en el país, y una población envejecida cada vez más interesada en los animales como apoyo emocional, es necesario tener en cuenta el bienestar animal a la hora de diseñar las viviendas. Diseños como éste ayudan a garantizar un entorno confortable para todos los habitantes de la casa, tanto humanos como mascotas.
